La producción de espacios públicos es el fruto de proyectos concretos de ciudad. El presente artículo se plantea establecer, a través de la especificidad de un caso de estudio —como las gradas de la catedral de Sevilla que escapa a las nociones clásicas de espacialidad urbana—, la secuencia de motivaciones, planes, dialécticas y exclusiones que vinculan los escenarios de la vida colectiva a las estructuras sociales y de poder. Para formar una idea coherente de estos hechos, se ha emprendido el análisis tanto de la forma urbana y la arquitectura de cada momento como de la incidencia de las políticas locales, la literatura, la prensa o la visión de los extranjeros en ellas. Se concluye que determinados aspectos morfológicos del espacio se relacionan con la acción pública, condicionando sus posibles usos y ofreciendo lecciones para el diseño de ámbitos contemporáneos.
Es parte de la revista
Bitácora Arquitectura; Núm. 52 (2023): Colectivizar el espacio público