El aeropuerto jamás llegó a ser operado como tal por el régimen nazi, y sólo tomó su función de puerto hasta el final de la guerra, cuando fue cedido al ejército americano. Tras el final de la Guerra Fría, se devolvió su administración al gobierno alemán, que lo clausuró en 2008 para volverlo parque público y ceder el tránsito a otros aeropuertos. Hoy en día sus campos son un popular destino de recreo para la comunidad berlinesa, y el edificio es considerado un monumento histórico. El legado visual eterno que Hitler hubiera esperado de él, la perpetuación de sus torcidos principios, pareciera ser inexistente. ¿Por qué no perpetuó esta monumental estructura los valores del régimen que lo construyó? ¿Cómo encaja el aeropuerto de Tempelhof dentro del sistema estético, arquitectónico y cultural que alegaba procurar el régimen nazi?